¿Vas a visitar el Coliseo romano? Llamado también Anfiteatro Flavio, es el símbolo más importante de la ciudad de Roma y representa la grandeza de uno de los imperios más importantes de los últimos dos mil años.
Su grandeza es tal, que cada año más de 6 millones de personas recorren sus gradas, fachada, arena o sótanos para recrearse en un escenario que albergó batallas de gladiadores, juegos deportivos, luchas de fieras e incluso ¡batallas navales!
Es, sin duda, uno de los lugares que ver en Roma durante tu estancia en la ciudad eterna. Sin embargo, es importante reseñar que para disfrutar al 100% de esta experiencia es necesario tener la mayor información acerca del Coliseo: entradas, horarios, cómo llegar, curiosidades, etc.
Sigue leyendo y prepárate a descubrir todo sobre el más famoso anfiteatro romano. Una obra de arte que se quedará grabada en tu retina para siempre.
Contents
- 1 Coliseo de Roma: Historia del Anfiteatro Romano
- 2 Entradas al Coliseo de Roma: Precios y dónde adquirirlas
- 3 Horario de visita al Coliseo de Roma
- 4 Partes y circuito del Coliseo de Roma, Italia
- 5 Cómo llegar hasta el Coliseo Romano
- 6 Novedades y curiosidades del Coliseo romano
- 7 Consejos para visitar el Coliseo Romano
⚠ ¡Importante! ⚠ Desde la crisis sanitaria de 2020 sabrás que se han establecido ciertas medidas y restricciones que hay que cumplir a raja tabla. Entre ellas es que será obligatorio presentar el certificado Covid para entrar al Coliseo de Roma o bien la prueba de tu vacunación, una PCR negativa o un test de antígenos de menos de 48 horas.
Coliseo de Roma: Historia del Anfiteatro Romano
El Anfiteatro Flavio, más conocido como Coliseo romano fue mandado a construir en el año 71 por el emperador Vespasiano y finalizado en el año 80 durante el gobierno de Tito.
Se trataba de un estadio enorme con capacidad para 50.000 personas (aunque algunos apuntan a más de 75.000 espectadores). Ocupaba 2 hectáreas y sus dimensiones eran: 187,5 m de largo x 155, 6 m de ancho y 50,75 m de alto. Una barbaridad para la época y con una arena central que medía 83 m de largo x 48 m de ancho.
Para hacernos una idea, mientras el Coliseo romano tenía una capacidad para más de 50.000 personas, los anfiteatros contemporáneos de Pompeya y Mérida apenas llegaban a los 20.000 espectadores.
Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1980, el Anfiteatro Flavio se construyó con la finalidad de albergar distintos espectáculos deportivos, bélicos y de entretenimiento en general. De hecho, el día de su inauguración comenzaron unos juegos que duraron 100 días.
Un espacio donde se vivieron momentos emocionantes, pero también de terror, ya que era frecuente ver batallas de fieras con humanos o el ajustamiento público de algún traidor de la Patria. La historia recoge incluso la recreación en el Coliseo de luchas navales, llenándose la arena de agua.
Hoy día, aunque el Coliseo se encuentre en un cierto estado de degradación, todavía es posible recrearse imaginando uno las atroces peleas entre gladiadores y leones. Un espectáculo de otra época que, sin duda, eriza la piel de cualquiera.
Por todo ello, el Coliseo se ha convertido en símbolo icónico de la Roma Caput Mundi, desde Virgilio al comienzo del Imperio Romano, Roma ya se planteaba cómo convertirse en el epicentro de la Tierra. De ahí su lema traducido: Roma triunfante mientras sea cabeza del orbe.