Ostia Antica nació de la necesidad de que Roma tuviese un puerto con el que poder expandir y fortalecer el imperio mundial que estaba construyendo. Un lugar por el que pasaban víveres, materiales o minerales preciosos con los que abastecer a una città eterna que no paraba de crecer.
En esta localidad, situada a 30 kilómetros de la capital todavía quedan restos de aquellos años dorados, siendo una importante localización para aprender más sobre Roma y su inmenso imperio. Teatro romano, yacimientos, basílicas, calzadas, termas o el propio puerto son algunas de las maravillas que aguarda esta ciudad que tanto merece conocer si vas a estar de ruta por Roma dos o más días.
Historia sobre Ostia Antica, Roma
Situada junto al mar Tirreno, Ostia fue fundada en el siglo VII a. C., presumiblemente por el rey Anco Marcio. Sin embargo, existen evidencias de que ya en el siglo III- IV a. C. había presencia militar, lo que tiene sentido por ser Ostia la boca del río Tíber que llega hasta la capital.
A medida que el imperio crecía, Ostia Antica fue tomando relevancia, ya que desde su puerto llegaban las mercancías de distintas partes del mundo, pasando de ser un punto de defensa militar a uno de los lugares comerciales más importantes del mundo.
Esto promovió que mucha gente se asentase allí, llegando a ser una ciudad con 50.000 o 75.000 habitantes, según las distintas investigaciones. Disponía de todos los servicios que podía ofrecer una ciudad, como letrinas, termas, teatros, servicios de bomberos y, por supuesto, mercados para la oferta y demanda de los productos y servicios que allí se movían.
Fue a partir del siglo II que la ciudad empezó a decaer, siendo finalmente abandonada en el siglo IX, coincidiendo estos siglos con la caída del Imperio romano y los continuos saqueos de piratas y otros imperios emergentes como el árabe.
¿Qué ver en Ostia Antica?
El yacimiento de Ostia y las Termas de Neptuno
Ostia Antica fue cogiendo cada vez más impulso. Cada día nuevos barcos surcaban hasta allí para traer productos a los romanos y el hecho de tener tanto trasiego hizo que prosperara tanto que decidieron construir comercios para darle un prestigio de mayor categoría a aquel lugar.
Sin embargo, debido a varias epidemias víricas, las exportaciones e importaciones tuvieron que parar y este hecho causó la obsolescencia del puerto, que quedó enterrado en arena durante muchísimos años.
A día de hoy, lo que encontrarás son edificios públicos en representación de que aquel lugar fue un sitio bastante prestigioso. Para visitar el yacimiento de Ostia Antica puedes ir por el Decumanus Maximus que se enlaza la Puerta Romana con la Puerta Marina y desde ahí te introducirás en los barrios en los que aún se aprecian insignias y mosaicos de la época.
Por estas calles puedes presenciar las termas de Neptuno y el anfiteatro de Ostia Antica que tiene una capacidad de 2.000 personas. Por las calles del Decumanus Maximus también podrás observar los almacenes de la época o la plaza de las Corporaciones, entre otras. Y si sigues recorriendo las calles llegas hasta el foro y las termas, el Capitolio y el mercado.
El Teatro de Ostia Antica, Roma
El teatro de Ostia se encuentra dentro de la zona arqueológica de donde están las excavaciones. Se construyó en el siglo I a.C, cuando reinaba Augusto y su edificación se estudió al detalle, dando lugar a un teatro lujoso y bien cuidado en el que cabían 2.500 ocupantes.
Para el siglo II se expandió para llegar a una ocupación de 4.000 personas y siglos después, en el IV exactamente, Vincenzio Celso impuso la implantación de una estatua de Roma para darle un nuevo aire fresco, ya que las antiguas estatuas de la Plaza de las Corporaciones estaban muy deterioradas. Dentro del teatro de la Ostia Antica se encontraban los despachos de los comerciantes más prestigiosos de la ciudad.
Con el paso del tiempo el teatro ha ido reformándose y aunque aún conserva su esencia inicial, en la actualidad se utiliza para realizar eventos, exhibiciones, conciertos, bailes y obras de teatrales.
El Museo de Ostia Antica
En la Ostia Antica a día de hoy se puede ir a visitar su museo. Se le conoce como Museo Ostiense y está en el yacimiento, aquí es donde se encuentran todos los descubrimientos que se consiguieron en las excavaciones. Si vas, podrás disfrutar de monumentos como la estatua de Minerva que pertenece a la Puerta Romana o también la estatua de Perseo que está cogiendo una medusa, esta se encuentra por la Puerta Laurentina.
Por otro lado, también tienes que ir a visitar las esculturas de la Domus de Cupido y Psiqué y los sarcófagos en los que se puede apreciar distintas grafías de los dioses de la mitología griega.
Para llegar tienes que ir por la parte de atrás de las ruinas del Capitolio, junto al Tíber. Y si te sobra tiempo, te aconsejamos que vayas a ver el Castillo de Julio II que se levantó a finales del siglo XV y su edificación representa perfectamente al Renacimiento. El castillo está al lado de la entrada al parque arqueológico.
Cómo ir de Roma a Ostia Antica
Para ir al yacimiento de Ostia Antica debes saber que se encuentra en la costa del mar Tirreno, donde queda el aeropuerto de Fiumicino, a unos 30 km de la ciudad de Roma. Ojo porque hay personas que se confunden con la moderna Ostia que su parada es Lido Centro.
Puedes llegar de varias formas, según sea tu preferencia o el punto desde el que te sitúes.
🚆 Tren: Puedes coger un tren en la Estación de Puerta San Paolo (metro Pirámide) hay varios trenes que van hacia Ostia Antica y el recorrido dura una media hora.
🚌 Autobús: Hay varias líneas que van hacia Ostia, deberás informarte según tu punto de partida.
🚢 Barco: Desde Ponte Marconi que está en el sur de Roma puedes llegar hasta Ostia Antica, el trayecto dura unas 2 horas.
Opiniones de Ostia Antica
El yacimiento, las termas y el teatro junto al Museo de la Ostia Antica son los lugares de mayor punto de interés de este parque arqueológico. Ir a visitarlo es de parada obligatoria en tu viaje por Roma, ya que es de los sitios con más historia que hay en alrededor de la ciudad.
Debes recorrer su yacimiento y descubrir los inicios de este puerto donde la tranquilidad y calma se respira por estar alejado de la urbe. Aquí disfrutarás de las sorprendentes instalaciones y monumentos, de los mosaicos donde están representados los dioses mitológicos y de las termas en las que se daban baños de agua caliente y fría después de una jornada de gimnasio y de sauna.
Sin duda, debes descubrir por ti mismo lo bien que se lo montaban los romanos hace tantos siglos, realmente es impactante hasta dónde llega el lujo y disfrutes de los gobernantes del mayor Imperio de la historia.